Cómo medir lesiones I
Una de las principales tareas de los médicos radiólogos en su práctica cotidiana es detectar y medir lesiones en diferentes sitios de la anatomía humana. La medición constituye una parte esencial de la caracterización de esas lesiones, dado que será uno de los parámetros que nos permitirá el seguimiento de las mismas. Con las nuevas técnicas de imagen con reconstrucción isotrópica las lesiones pueden ser medidas en sus tres dimensiones – alto, ancho y largo – y lo mismo ocurre en las imágenes de resonancia magnética, en las que obtenemos imágenes en los tres planos del espacio.
La pregunta es: ¿Cuál es la manera correcta de medir las lesiones?
En principio, debemos utilizar el sentido común para ubicar el corte en el que la lesión tienen el mayor tamaño y a partir de ese corte medir su diámetro máximo. Esto quiere decir, obtener el valor del máximo diámetro que tenga la lesión, independientemente de la dirección que tenga en el espacio esa línea. La idea de obtener los máximos diámetros tiene relación a que, sin importar quien realice la exploración, se obtendrán los mismos valores. Sio queremos obtener el diámetro menor, este será perpendicular al mayor, que ya hemos obtenido. El tamaño de la lesión no debe ser operador dependiente y para ello es que debemos utilizar parámetros universales. En las siguientes imágenes tenemos ejemplos de formas correctas (1) e incorrectas (2) de medir las mismas lesiones. La forma correcta siempre busca els diámetro mayor de la lesión respecto de la lesión en sí misma y no de los planos del espacio estándares. Es decir: la medida de una lesión abdominal no debe apuntar desde la pared abdominal anterior a la columna o de lado a lado, sino ser la mayor medida que es posible obtener para esa lesión.
La medición de las lesiones no es una cuestión secundaria, ya que uno de los parámetros para el control y la evolución de las mismas tiene que ver con su tamaño. La progresión o regresión de la enfermedad tienen en cuenta los valores de medición, cuestión que es detallada en los criterios Recist 1.1. Por lo tanto, una mala medición puede llevar a grandes confusiones respecto de la evolución de la enfermedad y la mejoría o empeoramiento de la salud del paciente.
Debemos tomarnos todo el tiempo que sea necesario para visualizar la lesión y encontrar los parámetros adecuados de medición de la misma y no hacerlo de una manera veloz y poco comprometida, ya que estos errores repercutirán directamente en la salud de los pacientes que estemos diagnosticando. Lo que necesitamos es el corte axial donde la lesión tenga el mayor tamaño y tomar allí el mayor diámetro de la misma.
Familiarizarnos con los criterios universales de medición Recist para lesiones oncológicas es imprescindible para todos los médicos radiólogos. Para ello, les dejamos aquí abajo dos enlaces para tener en cuenta: