Lesiones ligamentarias en tomografía computada
Si bien los métodos más apropiados para diagnosticar lesiones ligamentarias de las distintas articulaciones del cuerpo son la resonanacia magnética y la ecografía, dependiendo de qué ligamento o grupo de ligamentos deseemos ver, muchas veces acuden a la consulta pacientes con sospecha de este tipo de lesiones a los que se le solicita una tomografía computada. Habitualmente existen pedidos de TC de tobillo por esquince, de TC de rodilla por lesión del ligamento cruzado anterior o por control de una cirugía del mismo, o de hombro para descartar una lesión del manguito rotador.
Debido a que en la organización de la mayoría de los centros de diagnóstico, el estudio es realizado directamente, es decir, sin la consulta al médico informante, solemos enterarnos de que se ha realizado un estudio con esas características una vez que lo tenemos enfrente para ser informado. Lo correcto sería que el médico derivante o, en su defecto, el personal de las consolas de adquisición de los estudios pudieran consultar con el médico especialista continuamente para ver cuál de todas las metodologías diagnósticas es más adecuada en cada caso. Sin embargo, dado que esta no suele ser la dinámica en general, estamos de repente frente a una tomografía de tobillo que fue solicitada para descartar una lesión en el ligamento peróneo astragalino anterior. ¿Qué hacer entonces?
Cabe destacar, que nuestro objetivo como radiólogos, uno de nuestros principales objetivos, es no realizar nunca estudios innecesarios, o que sabemos de antemano que no servirán para el examen de cierta patología; menos aún cuando esos estudios conllevan un detrimento a la salud del paciente, como la radiación en este caso. Pero ocurre también que existen lugares geográficos u hospitales que no cuentan con toda la aparatología existente y es necesario, entonces, aprovechar al máximo los recursos con que se cuenta. Es también necesario tratar de evitar los estudios cuando la cuestión puede resolverse mediante maniobras clínicas. Cada estudio realizado innecesariamente es un daño a la salud de un paciente.
Volviendo a cómo observar estos estudios, existen formas de visualizar algunos ligamentos mediante tomografía, de modo que podamos sospechar donde está la lesión y acercar el diagnóstico hacia ella. Si ya sabemos cuál es la sospecha diagnóstica y nos esforzamos en ver determinada estructura, podremos evaluarla. La ventana a utilizar para evaluar ligamentos es una ventana de partes blandas, similar a la que se utiliza para abdomen, que habrá que regularla de acuerdo a cada estructura. Es importante estar acostumbrado a ver las estructuras normales con esta ventana, cotidianamente, para así poder ver la lesión cuando aparece, o, al menos, detectar aquello que no esté dentro de parámetros normales.
Si miramos con atención las imágenes que se muestran a continuación, observamos algunos cortes axiales de tobillo (ambos tobillos, comparativo, lo que ayuda a detectar lesiones) en los que se ve claramente el haz peróneo astragalino anterior del ligamento colateral externo. Sabemos que el paciente tuvo un esguince en el tobillo derecho y le pedían la tomografía por una sospecha de fractura. Si bien tan solo con la historia clínica y las maniobras podemos sospechar y confirmar las lesiones de los ligamentos, el caso nos sirve de ejemplo. En el lado derecho el ligamento se encuentra engrosado y con los contornos poco definidos, a la vez que se asocia a edema periférico y disminución en su densidad. En el lado izquierdo, vemos un ligamento normal, definido y más hiperdenso. Podemos inferir entonces una lesión (distensión-ruptura parcial) del ligamento mencionado.
La ventana para partes blandas, que muchas veces ni siquiera se mira en los estudios de tomografía articular, contiene y puede brindar muchísima información extra, que puede a su vez, ahorrarles a los pacientes someterse a otros estudios. Otras lesiones como rupturas completas del manguito rotador, rupturas del ligamento colateral medial de la rodilla y gangliones o todo tipo de lesiones quísticas, pueden ser también visualizadas y caracterizadas.
Sabemos que la tomografía no es el método indicado para evaluar lesiones de ligamentos y sabemos también que es muy difícil evaluar la indemnidad de los mismos, aunque sí podemos ver alteraciones en su estructura, sobre too si hacemos estudios comparativos. Además, en muchos casos, no contamos con todos los equipos o ya tenemos hecha la tomografía, por lo que debemos saber aprovechar al máximo cada metodología y llegar a los mejores y más precisos diagnósticos con cada estudio que llega a nuestras manos.
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